jueves, 31 de diciembre de 2015

Mariposa

 

Para él empezó como un sueño, una afición nada más.


Desde niño y fruto de la casualidad se enamoro de los insectos y su forma peculiar de vivir
por unos momentos nada más.

Se centró en esas mariposas que una tarde de otoño sobrevolaron todas juntas frente a él y le
llegaron a enamorar.


Esa forma de batir aquellas alas llenas de diferentes colores y su ciclo vital, esos seres
diminutos que enamoraron a un niño extraño entre los demás.

Libros y horas perdidas en la soledad aprendiendo de la vida de aquellos insectos extraños
que no podía evitar tener en su mente, grabados a fuego en su pequeño corazón.



Los años pasaron y ese niño se convirtió en un hombre que por un momento dejó de
observar la belleza de esas alas, la naturalidad de las mariposas cuando viajan por las flores
en busca de una bella sobre la que poderse posar.

Pero los destinos y las cosas de esta vida en particular le devolvieron el sueño de aquel niño,
aquel que no dejaba de aprender y desear encontrar el espécimen perfecto que nadie jamás
puedo encontrar.


De como fue que aquel sueño volvió a atacar a este hombre no puedo mucho contar. Igual
fue en la ilusión de atrapar algo que trajera a su vida una sonrisa más.

Aquella mariposa especial, era una de las más bellas que nadie jamás pudo observar, dentro
de ese sueño la intentaba atrapar pero esa mariposa diferente había nacido para la libertad.
Para huir y no dejarse capturar.


Empezó a buscarla en los libros que otros llegaron a escribir pero nadie había visto nada
igual jamás.

Un día al despertar, un día cualquiera decidió salir en busca de ese sueño que no le dejaba
descansar. Portando su atrapa mariposas salía cada día al amanecer a diferentes sitios en
busca de esa mariposa que no le dejaba descansar.

Buscando información en lugares extraños sobre leyendas de aquella mariposa tan hermosa
que le llegó a enamorar.


Ese ser que parecía sacado de un sueño y que no quería hacerse real.

Fue en aquel lugar, aquel pueblo pedido de la mano de dios en lo alto de una montaña que
muy poca gente había logrado encumbrar.

Allí la leyenda de una mariposa especial rondaba por el pueblo, pocos la habían visto y
pocos consiguieron retratar en unos garabatos su forma peculiar. Esos colores tan vistosos
que era difíciles de imitar.


En ese lugar es donde decidió enclavar su tienda, allí sabia que podría encontrar ese sueño
que no le dejaba de atacar.

Construyó una trampa que atrajera a las mariposas que pasaran por el lugar.

Fue una noche, ya no sabia las que llevaba allí esperando bajo la luna encontrar
la mariposa que le hiciera reaccionar y le diera la mayor alegría que jamás podría encontrar.

Pasar a los anales de la historia como el descubridor de una especie diferente y muy difícil
de encontrar y más atrapar.


La luna llena sobre la cabeza de ese hombre, todo hacia ver que la noche podría ser especial.

Aquella mariposa que solo volaba cuando la luna estaba en todo su esplendor, salía en la
noche clara y en las oscuras se volvía a ocultar.

En aquella trampa preparada, allí donde cayó esa mariposa. Allí atrapada no dejaba de
moverse intentando escapar. Aquel hombre corrió hacia ella, corrió para poderla observar.

Allí la vio, vio como el sueño se hacia real. Aquellos colores que no dejó de soñar tiempo
atrás. Esa mariposa que nadie jamás había conseguido atrapar.


Su primer pensamiento no fue otro que ponerla entre su colección especial. Pero para eso
aquella belleza debía perecer antes de poder colocarse en un escaparate preparado par ese
momento especial.

Por un momento se sentó y vio la fuerza vital de aquella mariposa, como intentando escapar
no dejaba de luchar. Aquel ser había nacido para la libertad.


De pronto y sin saber como le asaltó la duda de si aquella mariposa había nacido para ser
capturada, si aquella mariposa existía para dar un sueño a los demás.

¿Las leyendas deben hacerse realidad?, la belleza que si capturas se marchita y se oscurece
desapareciendo y no volviendo a aparecer nunca más.


Se preguntó si aquel sueño debía ser capturado. Admiró la belleza y la fuerza de aquella
mariposa por unos minutos nada más antes de decidir acercarse para sacarla de aquella
trampa mortal.

La desenredo de la red que la tenia atrapada con una delicadeza sin igual. Con esa misma
delicadeza la elevo al aire y en un suspiro la soltó para que volviera a la libertad.

Se dijo así mismo que al menos ya sabe que es real, que existe y que no dejará de volar en
libertad. Algún día la volvería a encontrar y poderla admirar.


Hay animales que nacen para vivir en libertad, aquel hombre sufrió por no saber volar para
poderla acompañar. Seguir esa belleza especial y no dejarla nunca atrás.

Pero aquella mariposa que volvió a volar en libertad entendió ese acto de humildad que le
devolvió el arte de volar.


Dio una vuelta más y se poso sobre el hombre que no dejaba de llorar por la alegría, por la
tristeza de dejar escapar un ser tan especial. Se poso sobre él y jamás le volvió a abandonar.

Aquella mariposa pudo ver a ese ser especial, pudo ver al belleza de un humano diferente y
como él admiró la belleza de un insecto particular.


Puede parecer una tontería o una historia bella nada más. Pero las leyendas cuentan que
aquel hombre jamás volvió a salir de ese bosque en el que se decidió quedar.

Unos dicen que se convirtió en mariposa para poder volar junto a ese ser que le llegó a
obsesionar. Otro que murió allí de frio y nunca nadie la llego a encontrar.

Fuera como fuese aquel hombre encontró un ser particular, un ser que le hizo sentir de una
manera especial y fue en su busca como una aventura más e igual resulto que la mariposa le
soñó a él y le quiso capturar.


Puede resultar que el cazador era el ser cazado nada más.

Que se prendó de una belleza que le llamaba, no le dejaba descansar y que la trampa era
para él y no se llegó a enterar.

Ahora dicen que en aquellos bosques si te fijas verás de pasada una mariposa como nunca
antes verás y que tras ella siempre vuela una mariposa monarca que no se aleja de esos
colores, si les ves no olvidaras jamás.


Una leyenda, una historia de magia de los bosques por los que podemos pasear. Un suspiro y
un recuerdo de aquellas historias que antes se contaban frente el fuego y el calor del hogar.

Ojalá sea una historia real, son de esas que quieres que se cumplan y nunca se lleguen a
olvidar.


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