jueves, 3 de marzo de 2016

Un día




Un día me levanté, como cada mañana al amanecer y el frío se instaló en mi. 

Mi mirada se heló solo para ti. porque no supe gestionar ese dolor que jamás sentí.

Fue así, poco a poco y sin llegarme a enterar tú ya habías partido lejos de mi.



Alejé esos pensamientos lo que pude, solo unos minutos y volvieron para atacar.

Allí en el dolor me di cuenta de que esto era más que real.

Que los sueños no se cumplen jamás como los llegas a imaginar.




Pero soy un luchador, uno de los que jamás dejan de batallar.

Me puse la armadura para que nadie me pudiera dañar.

Pero los resquicios que dejé no me dejaban descansar.



Empezó mi viaje en soledad, allí encontré un ser más que especial.

Me hablaba cada día al dormir y cada mañana al despertar.

Me decía lo que nunca quise escuchar.



Que idolatraba las cosas del amo y que en esta vida no podía faltar.

Emprendí un viaje en mi interior que nadie podía observar.

Porque nadie podría leer mi mente y un corazón que no dejó de cabalgar.



Puede que os preguntéis cual es el final y en verdad no llegó jamás.

Me forcé a olvidar y la verdad es que se me da bien, me llegó a impresionar.

Entonces me di cuenta de que hay quien intenta domar el amar.



Juego en los que perderse si esta soledad no deja de asfixiar.

Pero al final siempre sale la verdad, cuando la ves de cara en verdad.

Entonces y solo entonces cuando dejas de buscar llega algo especial.



Te arrasa y no te deja respirar, ¿Puedes volver a confiar?

Si alguien te dañó y la herida no llegó nunca a sanar.

Si eres un cadáver más de esos que caminan en soledad.



Me forcé a no dejarlo morir y así es como llegue a donde debo estar.

Feliz conmigo mismo nada más, feliz para poderlo regalar.

Ahora empieza una etapa más, una que incluso llegué a desear.



Así sin más, dominé un poco más el arte de amar sin llegar a pedir nada más.

Así es como dominé esta vida peculiar, la mía, la que no quiero dejar escapar.

Así me convertí en algo que siempre quise ser en verdad.



Ese ángel que no tiene oscuridad para dársela a los demás.

Las iras quedaron atrás, los odios jamás me llegaron a dominar.

Solo eso me enorgullece de mi por lo que observo en los demás.



Pocos somos los que creemos esto y nadie lo puede cambiar.

Por mucho dolor que te puedan aportar.

Aunque se esfuercen en demostrarte que el mundo es una mierda más.



Para mi el mundo y la vida es algo que celebrar.

Con amor o sin él eso debe dar igual.

Así que, ¿Por que nos vamos a dejar morir en soledad?



Daré mi amor a mis seres queridos, ellos lo saben valorar.

Daré mi amor a ese alguien especial que me demostró lo que lleva dentro en realidad.

Amaré las cosas y a quien supo venirme a buscar.



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