domingo, 20 de marzo de 2016

Las excusas grises




Me calcé aquellas cosas que supe digerir.
Caminé y me vestí de alegría sin fin.
Solo paro por mi, solo para no volver a sufrir.
Aún hay demonios tras de mi.
Aquellos que arden en su infierno personal.
Mientras intentan salir.
Arrollan todo lo que hay por aquí.


Pero al final se como reducir.
Reducir los golpes para no sentir.
No llevarme conmigo las cosas que no sentí.
Pero que veo pasear cerca de mi.
Tan cerca que oigo ese sufrir.
Ahora es cuando debo saber resistir.
Este camino no sería fácil, lo vi venir.

Hay juegos que no se pueden pagar.
Son demasiado caros como para verlos cerca de mi.
Por fin puedo decir que soy así.
Creo que me salvé solo de esta locura que había en mi.
Fue un instante nada más, en esta vida que me toca vivir.
Tan breve que incluso no puedo dejar de reír.
Gracias, al menos puedo dejar de sufrir.


Paso de llevarme dolores ajenos lejos de aquí.
Si algo aprendí es a saber resistir.
A que se puede manipular una realidad.
Para creer que ese gris es especial.
Clarificando ese caminar que no se pudo desviar.
El destino me susurro donde debía estar.
¿De verdad llegué a padece un dolor normal?

Evolución, no me detuve, sigo en mi bienestar.
Ahora ya nadie lo podrá quebrar.
Prefiero mi luz a esa puta oscuridad.
Tendemos a complicar la vida en realidad.
Simplifico porque para mi sentir es revolucionar.
Lo veo en aquellos que me muestran su verdad.

Por supuesto no en los que eliguen un gris sin parar.

Si yo no seré el primero que no deba juzgar.
Porque mis errores son como los de los demás.
Yo no me elevo, ya me suben los demás.
En cada mensaje que me lanzan al azar.
En cada movimiento que hacen para poderme hablar.
Lo mismo hago yo a esos que saben luchar.
Que dejan la mierda de oscuridad y debates ridículos sin más.

No hay más, blanco o negro y no es al azar.
Los grises son para gente que solo sabe dudar.
Los grises son las excusas que nos queremos regalar.
Así que, genial…caminar hacia ese gris peculiar.
Caminar y no dejar de caminar, recordar beber no os lleguéis a deshidratar.
Porque al final esa personalidad os lleva donde se debe estar.
Como a mi me dejó donde debo amar.


Me pregunto si ese dolor es por esos grises que no sabeis abandonar.
Si a veces recibimos parte de lo que sabemos dar.
Puede ser pero como todo en cada caso hay que matizar.
Aprendí que ese dolor que me regalaron fue por mis grises.
Cuando me quedé a medias y no supe reaccionar.
Cuando los abandoné todo volvió donde debia estar.

Intentando descubrir quien eres cuando importa lo que ya eres.
Escuchar, al nacer ya fuisteis y ganasteis mucho de personalidad.
Todo lo demás es la vida y sus golpes los que te hizo llorar.
Ahora ¿Qué buscas? Si vuestra presona nunca abandonareis.
Simplemente cambiais por las mierdas que os aportan los demás.
Por eso yo gritaré que nunca cambiaré por nadie, nunca.
No hay grises en mi porque los llego a odiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario