lunes, 1 de febrero de 2016

Paraguas



No fue mi culpa, la tuvo la casualidad.
Llegó la tormenta y no la supe evitar.
Compre un paraguas especial.
En el que el agua no llegara a traspasar.
Me cubrí con el y pero me llegué a mojar.


Por ese viento del huracan.
En medio de la tormenta se llegó a crear.
El paraguas voló donde no lo podía alcanzar.
Comencé a volar, lejos de ese lugar.
Mis piezas flotaron al verle llegar.

Compré un paraguas especial.
El paraguas que no volví a encontrar.
Me deje mojar, me inundé de esa paz.
Los viento me posaron en otro lugar.
Uno que poder amar.


Reposé en paz, humado en realidad.
Fue cuando esta piedra se volvió corazón.
Puedo sentirlo, quiere estallar.
La verdad es que no me llegó a fallar.
Solo lo endurecí al empezar a lloviznar.

Sigo en la calle y el sol salió ya.
Ahora la calma gana esta batalla a luchar.
Puedo salir y dejarme capturar.
Seguir a quien me desea en verdad.
El paraguas le encontré al ver la tormenta pasar.


Lo guarde como un tesoro especial.
Para recordar que la tormenta debe pasar.
Que empezaran otra nuevas que salpicaran.
Ese paraguas volveré a abrir para no llegarme a mojar.
Ahora que aprendí a saberlo usar.

Perdí mi miedo, se lo llevó ese huracan.
Deje marchar mi ira y mi malestar.
Alejé de mi las cosas que no quería conservar.
Ahora ando por la casa con mi paz.
Mi fiel amiga, la que no quiero soltar.


Conservé ese paraguas para poderlo prestar.
Si lo llegas a necesitar solo me debes llamar.
Es un paraguas especial, te ayudará a no desesperar.
El tiempo malo trae el sol al soñar.
El paraguas te protegerá.

Ahora que ya no lo llego a necesitar.
Ahora que se como esquivar la lluvia y que no llegue a mojar.
Ahora que mi corazón no deja de volar.
Tras un sueño que no creo materializar.
Volveré a ese paraguas que quiero cerrar.


Le abro un instante nada más.
Volvió a lloviznar, un poco nada más.
Pero las nubes al final no llegaran a descargar.
Domino el tiempo ya.
Aprendí al ver lloviznar.

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