lunes, 15 de febrero de 2016

Llámame


Sobrevuelo el dolor, el mío y el de los demás.

Soy el puto amo del lugar, me elevo y ya no se como bajar.

Si bajo os voy a pisar, mi ego os partirá.



Llámame vulgar, insulta a esta mente que sabe racionalizar.

En mis letras os cuento toda la verdad.

De este alma en particular, que ve absurdo este mundo al caminar.



Hago propio el dolor que puedo notar.

Lo hago para poderme decir que se avanzar.

Absorbo parte de esta absurda verdad.



Eleve mi ego, no lo puedo remediar.

Se lo que es tener esta alma blanca que deseo adornar.

Lo haré con la furia de mis bilis, esas que me llegan a avinagrar.



Cuidado porque no lo notaras.

Aprendí a ocultarme a la vista de los demás.

Lo aprendí cuando aún ni sabia andar.



La ira ya la dejé atrás, solo la uso para no morir en este amar.

No odio, eso jamás llego a pasar.

No dejo que esos sentimientos invadan mi bello lugar.



Llámame lo que quieras o creas que me puede dañar.

Veras como soy el superhéroe de este mundo que decida llorar.

Yo no me compadezco de mi, eso me parece algo anodino y vulgar.



Me río, eso si que no lo puedo evitar.

Carcajadas antes las cosas que no puedo soportar.

Me reiré en la cara de ese demonio que me atrapó y no me dejó respirar.



Caminé por el infierno y satán me llegó a ignorar.

Aquellos que arden vieron en mi a un ser peculiar.

Llegué y me hicieron una estatua para poderme adorar.



Ardí, me deje quemar. Era una necesidad.

Como el ave fénix que tiene que morir para volver a resucitar.

Crearé unas prosas que hablen de ese momento en particular.



Cuando belcebú quiso aprender de mi algo nuevo para variar.

¿No lo llegas a ver?, es porque no te lo quiero mostrar.

Aprendí a ocultar cada sentimiento que te puede dañar.



Llámame egocéntrico, llámame narcisista o banal.

Igual te estas perdiendo en lo que llevas tu dentro en verdad.

Porque yo solo doy lo mejor de mi a los demás.



Aquellos que no lo merecen jamás lo notaran.

Podrás ver mi sonrisa, esa que muestro cada día en esta sociedad.

Tras de ella siempre hay un demonio que te hará arder por la eternidad.



Llámame lo que desees pero yo jamás hice daño, solo ocasional.

Por ello me sentí mal, no envidio…no se que es ese sentimiento fatal.

Simplemente no soy como los demás, tengo mal pero no lo llego a revelar.



Repito, me siento el puto amo del lugar, ¿Crees que eso esta mal?

Si te atrapo sabes que jamás abandonaras este lugar.

Y si huyes sabes que lo llegaras a lamentar.



¿Ahora es cuando me toca volver a jugar?

Ahora volveré a aleccionarme de las mierdas que puedo soportar.

Ahora enseñaré a los demás que el demonio esta dominado.



Si aprendí tiempo atrás, si cuando me quemé me llegué a domesticar.

Aprende de mi solo una cosas, la valentía no se debe alejar.

Cambiar, evolucionar y volver a navegar.



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