sábado, 20 de febrero de 2016

Empieza un nuevo juego


Ya ves, hay juegos en todos lo ámbitos de la vida.

Porque hay quien no sabe dar sin recibir.

Prefieren pensar que los demás somos igual.



Empieza un nuevo juego, de comentarios al azar.

Empieza un nuevo juego, de esos que no saben ver más allá.



Esos que creen que todos somos lo que de ellos no llegan a soportar.

Porque si dan algo es por pedir algo a cambio nada más.

Así que no entienden que alguien de su tiempo sin nada que exigir.





Empieza un nuevo juego, de seres repugnantes en realidad.

Empieza un nuevo juego, de vómitos oscuros, almas sin verdad.



Y que pena me da, saber que hay tanta porquería en este lugar.

Tanta gente que no entiende que alguien quiera regalar.

Que prefieran pensar en un lugar al que escalar.



Empieza el juego, otra vez, os miro a la cara y quiero deciros mi verdad.

Pero descubro que es mejor ni tan siquiera explicar.

¿Para que si veréis lo que os de la gana en realidad?



Empieza el juego otra vez, seré lo que queráis que llegue a ser.

Empieza el juego otra vez, ¿Tan tristes sois que no lo queréis ver?



Es lo que tiene estar entre tanta feminidad.

Las lenguas viperinas nunca dejan de estar a la orden del mal.

Ahora, tranquilos que os voy a demostrar, hay gente que sabe regalar.



Les hay que tienen un alma blanca, esa que en vosotros no podéis encontrar.

Mi futuro no está donde creéis que va a estar.

Pero algún día contareis esto con algo peculiar.



Empieza el juego de nuevo, de miradas desconfiadas y cosas a expulsar.

Empieza el juego otra vez y serán mujeres con las que jugar.



Habla, comenta por detrás, ¿Eso es lo que os da vida en verdad?

La tristeza vuelve a mi lugar, porque nadie jamás lo entenderá.

Si creéis que todo el mundo tiene algo macabro que orquestar.



Eso me dice la calaña con la que tengo que tratar.

No me apena por mi, eso es verdad, me apena por esa gente que no sabe regalar.

Ale, ya tenéis algo de que hablar, eso me llega a encantar.



Comienza el juego de nuevo, veréis como se me da este juego de palabras.

Comienza el juego de nuevo y fíjate bien que no os vais a enterar.



Elevo mis dones para vosotros y me llegan a sanar.

Porque siento que estoy por encima en mi catadura moral.

Venga, tengo más palabras que vomitar.



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