sábado, 27 de febrero de 2016

Caballo de madera


Galopando…
Admíralo al verlo pasar.
Sobre un caballo bello.
Al que di esa vida a surcar.


Construido de casualidad.
De retazos de algo especial.
Volviendo a trotar.
Al amanecer, belleza natural.

Asido a una madera dura.
La tallé y le di vida real.
Mi caballo de madera.
La insuflé mi fuerza vital.

Creado de bellas cosas.
Ni me llegue a enterar.
De pedazos que no olvidar.
Caricias para perderme un poco más.

Puede ser mas bello.
Mucho más, vente a galopar.
Préstame un beso y verás.
Galopando…

Salté las vallas.
Las dejé atrás.
Mi caballo de madera.
Dejaré que lo puedas admirar.

Trotando…
Hacia ese amar.
Se agarró, no lo deje marchar.
Viento en la cara, Respirar.


Mi caballo, lo pude tallar.
Con sueños que no pude olvidar.
De ese ser especial.
Que escogí para no olvidar.

Por un momento se encabritó.
Pero lo logré controlar.
Surcaba mi realidad.
Prometiendo amar.

Mi caballo, correré tras de ti.
Para no dejarte escapar.
Al verte volar.
Tras ese amor y amistad.

Mi caballo de batalla.
Darle vida para correr más.
Te invito a montar.
Al principio no llegaba a respirar.

Fue cuando me di cuenta.
Debía darle un corazón especial.
Debía volver a palpitar.
El mio para empezar.

Soñé con tu cuerpo nada más.
Poseer esa piel que te adornará.
Cobró vida sin más.
Relinchando sin parar.


Salvaje…
Sin control.
Lo tuve que domesticar.
Para poderlo montar.

Ya no se puede frenar.
Galopando…
Hacia este deseo que no se ocultar.
Hoy te los podré mostrar.

Déjame decirte mi verdad.
Ver esos ojos y perderme.
Como tiempo atrás.
Te llevaré a otro lugar.

En mi caballo de madera.
El que me ayudaste a tallar.
Cuando vi que no deje de amar.
Te note muy lejos en realidad.

Creé este ser para poderte alcanzar.
Mi caballo de madera.
Se mueve fruto de lo casual.
Me ayuda a huir de la puta realidad.

Galopando…
Aún quedan vallas que saltar.
Sube y juntos las podremos saltar.
Ahora se puede lograr.
Solo debes dejarte amar.
Entregar es corazón.
El que no deja de gritar.
Y nunca dejó de palpitar.

Ayúdame a hacerlo volar.
Pongámosle unas alas.
Creemos el pegaso de madera.
Para partir de ese frío invernal.

Sobrevolemos este amar.
Nos podemos eternizar.
No esperemos más.
Siempre supiste la verdad.

Te atrape y no te deje escapar.
Escogiste tú en verdad.
Me llegaste a embelesar.
Empecemos de nuevo a sumar.

Galopando…
¿Llegamos ya?
Adiós caballo.
Me ayudaste de verdad.

Ahora dejémosle marchar.
Las batallas deben terminar.
Nuestros brazos deberán hablar.
Nuestros besos para sanar.

Caballo de madera.
Galopemos sin final.
Solos tu y yo.
No existe nadie más.


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