miércoles, 27 de enero de 2016

Allí parado


Hoy en la carreta me paré un instante nada más.

Saque esa libreta que jamás me llega a abandonar.

En ese lugar, en esas montañas que me dicen parte de la verdad.

Paré el coche y salí a notar el frío del lugar.



Allí parado, allí escribí estas letras que no me dejan descansar.

Y tu imágen no me abandonó en cada momento al deletrear.

Paré, paré en el camino de vuelta y me volví a examinar.

Encontré ese sentimiento que no dejo escapar.



Allí parado escribí unas bellas letras, ellas me dicen mi verdad.

Yo soy el de siempre, soy ese que quiere llevar el ritmo, que no me pueda atosigar.

Busco el ritmo adecuado en realidad.

El mío, el necesario para no llegarla a cagar.





Deje de luchar contra la realidad, no la quiero ver de verdad.

¿Es tan triste en verdad?

Allí plantado y el frío en mi cara me dice que vivo un segundo más.

Allí donde deje parte de esto que no dejo de expresar.



Aquellos arboles fueron testigos de estas letras de manera peculiar.

Se movían al unísono mecidos en ese viento que se llegó a levantar.

Paré el coche porque lo llegué a necesitar.

Allí en comunión con lo natural volví a fugarme de la realidad.



Allí parado se que no me puedo realizar.

Me detuve un instante a sentir el mundo que me llega a rodear.

Ese amanecer me dijo que merció la pena el parar.

Quise compartirlo contigo, ese instante nada más .



Allí parado me di cuenta de esta dificultad.

Pero el premio es algo que no puedo dejar de desear.

Si yo me doy cuenta de esa especialidad porque no se dan cuenta los demás.

De la que hay en mi, para variar.



Puede que las mentiras de este mundo dejen una huella imposible de borrar.

Al menos me diré que no soy capaz de arrastrar ese peso ningún tiempo más.

Que si sueño lo busco, puede que de manera especial.

Puede que incluso me llegue a equivocar con los pasos a dar.



Fueron los que salieron nada más.

No es algo vulgar, es algo especial que recordar.

Si mi vida pasa frente a mi y no la quiero dejar escapar.

Ahora soy yo el que se eleva en este mundo a olvidar.



Se lo que mi corazón no deja de cantar.

Eso es mucho en mi lugar, lo es aunque no te quieras enterar.

Soy consciente de lo que veo, me lo dice esa forma de desear.

Aunque creas que no lo haces lo veo en verdad.



Leo cosas que no dejan de expresar un miedo que debió pasar.

Pero ya ves eso me da igual, si se que yo puedo darte mucho más.

Más de lo que crees en realidad, más de lo que llegaste a soñar.

Tengo unos brazos flexibles para que te puedas sentir especial.



Allí parado me volví a dar cuenta que no deseo nada más.

Porque me cansé de estudiarme a mi sin saber frenar.

Las preguntas aquí sobran ya, en este sentimiento no cabe otra manera de pensar.

Solo hay que seguir esta carretera y no abandonarla jamás.


Ella te llevará a un lugar especial.

Esa carretera te dirá que soy real.

Al llegar no querras huir más.

Te mostraré ese amanecer que te enloquecerá.




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