sábado, 7 de noviembre de 2015

No me juzgues de antemano, por favor y gracias.



Hoy he llegado antes a clase (por antes me refiero a llegar antes que nadie) y esperando a que llegaran mis compañeros y mi profesora para abrir la puerta, he escuchado sin querer una conversación muy interesante y correcta para unos niños de apenas 13 años...

Y sí, he escuchado la conversación sin querer, pero es que ha sido inevitable no hacerlo con la de voces que estaban pegando en medio del pasillo.

La conversación entre los chiquillos ha sido tal que así:


  - Oye que yo de alcohol acabé a tope...
  + Anda que yo... ¡Un vaso detrás de otro!
  - Sí, pero si ¡tú eres un matao'!
  + Que va, pregúntale a tu primo, ya verás que dice...


Todo esto uno enfrente del otro con una pose de macho alfa total. Muy cómico todo.

Entre tanto mi profesora que aparecía por el pasillo, dirige la mirada hacia ellos y luego a mí.
A través de sus ojos podía entender el mensaje: este es el futuro de España, del que un día vamos a depender...



No sé tú, pero yo a los 13 años aún seguía jugando con las barbies, salía a que me diera la luz del sol, iba con mis padres a todos lados, veía el Grand Prix, jugaba a polis y cacos con mis amigos, hablaba de por qué el mar se ve azul y a la hora de la cena estaba en casa.
Ahora lo normal es que tengas un móvil que parece un azulejo, juegues a minecraft hasta horas insospechadas, no tengas ningún tema de conversación interesante, aumentes tu ego cada fin de semana que salgas de fiestuqui y te roces con alguien, lo único que veas es Gran Hermano y vuelvas a casa cuando cierra la discoteca si eso...

Ahora si buscas respeto y educación, podrás mover montañas que raramente encontrarás.
Los chiquillos pasan por tu lado con aire de superioridad, abren la boca y lo único que salen son palabrotas, son más exigentes y pidones que los de mi generación... ¿Sabes lo realmente triste? Que no nos llevamos mucho la verdad. ¿Qué cojones ha pasado en tan pocos años?

Es un tema que toca bastante la moral, por lo menos a la gente que sigue creyendo en unas reglas y modales y saben comportarse.

Esto es un puñetero problema para los jóvenes, pero no tan críos.


No sabes la de veces que he intentado que me tomen en serio o he intentado integrarme en un debate (que a mi juicio no era un tema tan complicado como lo planteaban) y me he tenido que joder y quedarme a un lado en muchas ocasiones. A los míos y a mí nos meten en el mismo saco, el de los incompetentes.


Dedico estas palabras a todos aquellos que creen que todos los adolescentes y jóvenes son iguales:

''¿Piensas que a mí no me molesta como es la sociedad actual? Sin dos dedos de frente y materialista. ¿Crees que es agradable pasar por un parque y ver que con los que jugaba en el colegio, ahora se están drogando? Tampoco me gusta ver a las chicas con un pantalón tan corto que parece que han salido en bragas. 
De hecho me gustan los modales, las formas correctas, comportarse en la mesa, hacer mis cosas intimas como bien dice la palabra (en la intimidad), me gusta culturizarme, y sobretodo que no me juzguen de antemano sólo por la edad. Gracias.''



© Cristina Jovellanos

@CristinaJBlog 

Fuente: http://cristinajovellanos.blogspot.com.es/2015/11/no-me-juzgues-de-antemano-por-favor-y.html

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