martes, 3 de noviembre de 2015

Carta de un ángel



Vuelve a atacarme una vez más desde este pesar.

Acabo de volver a las pesadillas que deseo apartar.

El ángel de la muerte en me convertí sin quererlo mirar.

En mis alas ya hay muchos siglos que podrás observar.

Vivir en soledad las cosas que los hombres podéis realizar.

Lloro una vez más, me dejo las lagrimas antes de que pueda volar.

Mi misión es observar, admirar vuestra completa libertad.

Pasé por muchos como tú antes de que te llegaran a proyectar.

No me permiten inmiscuirme en el camino que deseas tomar.

Solo puedo apuntar para que el cielo lo pueda recordar.



Recordamos para cuando caigas te podamos juzgar.

No lo hace nadie especial, tu mismo te tendrás que admirar u odiar.

Ese camino que comenzaste cuando por primera vez te ví respirar.

Camino a tu lado y no me puedo separar, es el trabajo a realizar.

A veces quiero sentir las cosas que veo que llegas a completar.

No puedo sentir, es algo reservado al ser mortal.

Otras veces quiero poder odiar.

Pero no puedo salir de este lugar, ese es mi pesar.

Ver tu camino cuando te llegas a equivocar.

Saber antes que tú el día que perecerás y como te acercas al final.

Tengo alas pero hace tiempo decidí no volverlas a utilizar.

A veces no lo puedo remediar y con mis brazos me hago notar.

¿Pudiste sentirme cuando realmente estabas mal?.

Sigo aquí esperando tu juicio final, no quiero estorbar.

Sabes que no te puedes ocultar de este ángel y menos del más allá.

Quiero gritar pero nadie me oirá.

Me quiero expresar y mi voz aquí no tiene lugar.

Soy un ser inmortal, vivo de la necesidad que me ocasiona verte en la felicidad.

Pero no te equivoques porque solo quiero el libre albedrio que te dieron al llegar.

Quiero vivir en tu piel por una eternidad.

Soy un ángel nada más pero puedo convertirme en un arma mortal.

No se si hay dios, jamás lo pude comprobar.

Solo sé que nací a esta realidad y nada me puede ayudar.

¿Cual es la espiral de la que no puedo saltar?.

¿Porqué tengo una misión y la sé antes de que nadie me la pudiera contar?.

¿Porqué no puedo abandonar este lugar?.

Ahora son muchos siglos los que a mis espaldas van.

Veo otro como yo que no tienen nada que mostrar.

Nos quitaron la capacidad de hablar.

No entiendo el porque pero es algo que no puedo evitar.

Nadie que me escuche y a tu camino pegado sin poder escapar.

No se si sufro porque no puedo sentir más allá.

Se que mis lagrimas en diamantes se convertirán cuando el suelo puedan tocar.

Aquí, a tu lado sin poderme marchar.

Anotando todo lo que puedes desear y lo que puedes perpetrar.

Ve con cuidado de lo que llevas donde crees que nadie lo puede observar.

No solo veo, leo pensamientos antes de que los puedas racionalizar.

El ángel infernal, el ángel de bondad.

Puedo ser los dos a la par.


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