miércoles, 28 de octubre de 2015

Carta de un gladiador


Salto a la arena y no la puedo soportar.
Arena que se te pega en la sangre que puedo derramar.
No la puedes quitar y no deja de picar.

Tengo el miedo escénico, no me gusta que me lleguen a admirar.
Me alaban por matar y desmembrar.
Esta es mi cruda realidad, vivir para matar.


Esclavo del dinero, hoy tengo que volver a pelear.
Matar o dejarme atrapar.
Odio que me aplaudan cuando un cuello llego a cortar.


El olor de la sangre que brota me hace vomitar.
No soporto los cadáveres que en las noches me acompañan y no me dejan descansar.
Si los cuento me duermo antes de acabar.




Hoy creo que es mi último día en este lugar.
No puedo más, derrotado por la conciencia que me debe guiar.
Saltar a la arena una última vez y antes de partir poder una lágrima derramar.


Con la espada que tantas vidas dejó atrás.
Sin armadura porque no me quiero del dolor ocultar, me acerca a la verdad.
Ovaciones al que fue capitán general.


Luché en mil batallas pero esas no fueron para divertimento del personal.
Conquiste lugares y damas donde decidimos avasallar.
Pero acabé con la dama que no podía ser realidad.


Traicionado y dejado en este lugar.
Aquí solo puedo pelear, matar y sangrar.
Mis cicatrices hablan más de mi , mi lengua llegaron a cortar.


Precios que pagan por verme matar.
Igual a otro eso le llega a llenar.
Los fantasmas que me atosigan no me dejan continuar.


Y sé que jamás tendré la libertad.
Me metieron aquí con la esperanza de que me dejara asesinar.
Este lugar es donde te encierran para poderte olvidar.


En mi mente aquel amor que me trajo a la arena que odiar.
Podría haber sido algo real, sentía cosas que nunca llegue a imaginar.
Nunca tuve la opción de por ella pelear.


Cuando los muertos me agobian ella vuelve y me deja respirar.
Me pregunto, ¿donde estará?.
Ahora que no la puedo tocar es cuando la echo en falta de verdad.


Así que decido que hoy ya no puedo más.
Saltaré a la arena para que me den la estocada final.
Vivir así es algo que no quiero que puedas recordad.


Matar, pelear y el sabor de la sangre cuando me llega a salpicar.
Olor a acero que se hunde en la carne para desgarrar.
Arena para que la sangre no se acumule y puedan disfrutar.


Esta es la vida que me tocó llevar.
Espero que así no me lleguen a recordar.
En mi vida logré cosas bellas de verdad.


No dejó nada más que un amor especial atrás.
No tuve la oportunidad de poder procrear.
Mi vida se basó en guerrear.


Ahora que se que tengo que partir recuerdo como crecí.
Fui un niño especial, perdí mi infancia en aprender a luchar.
Al nacer fui elegido y no había otro caminar.


Por un momento disfrute de esa vida que me llegaron a dar.
Ahora que son incontables los cadáveres veo la realidad.
Ahora comprendo que no todo vale para ganar.


Estas son mis últimas palabras antes de zarpar.
Espero encontrar más allá una realidad que apague lo que no puedo soportar.
Aunque creo que arderé en la eternidad.


Ya oigo los tambores de guerra en el coliseo y te tengo que dejar.
Espero que mi amada entienda estas letras y las pueda asimilar.
Ella será lo único bonito que podré recordar.


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