martes, 1 de marzo de 2016

Inocencia





Esa inocencia tan llamativa.

Que le da color a las cosas.

Hay un brillo, llegó como si tal cosa.

Estuve perdido, en lugares sin cariño.
Ahora es todo sencillo.
Más sencillo que ayer.

Resbalé sobre un cristal mojado.

Al correr, ¿Hacia donde?

La verdad en que no lo se.


Ahora pido, suplico volver.
A ese ser puro que perdí.
A esos dolores que deseé.


Volver a la pureza otra vez.

Prefiero eso, no lo dejé.

Ser un pequeño ser.

Engrandecerme por querer.
Elevarme y no caer.
Volar y no fallecer.

Volver a la inocencia esta vez.

No me la arrebataron, me aferré.

La sostuve y la sé contener.

Cosas que desee, ¿me dañaron esta vez?
No lo creo, no lo quise ver.
Mi inocencia, no la quise dejar entrever.

Siempre hay quien aprevechará.

Esa brecha que pueden ver.

Pero no saben de esta fortaleza.

La aprendí al navegar.
Desde la infancia a la infamia.
Desde la pureza a la maldad.

Un día me lo propuse.

Lo logré.

Guarde esta inocencia.

La encerré donde no la puedan ver.
Para poderse aprovechar.
Es así, la llegué a ocultar.

Inocencia que amarrar.

No la dejé escapar.

No la dejé volar.

Nadie me la podrá robar.
La deseo en realidad.
Mi pureza, nadie la puede desear.

Inocente pero sabiendo analizar.

Ver lo que ocultan los demás.

La guardaré en una caja especial.

Tiraré esa llave al mar.
Si la quieres la tendrás que ir a buscar.
Bucear al profundo oceano.

Luchar contra lo desconocido.

Para poderme atrapar.

Para no dejarme escapar.


Una vez y otra más.
¿Te enteraste ya?
Nadie me daño tanto en verdad.

Mi dureza puede ser genial.

No la puedo prestar sin más.

Solo la regalaré a quien sepa pelear.

Tal vez ya la entregué...

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