viernes, 18 de marzo de 2016

Hoy, mañana




Hoy quise escribir algo, la letras estaban desordenadas y mi mente no lograba darles un orden en las que cobraran significado.
Hoy y solo hoy porque ayer las letras crearon bellos textos con los que podía expresar por un momento ese pequeño detalle.
Hoy me desperté con ganas de decir tantas cosas que duelen mientras las retengo por aquí. Pero las palabras y las frases no tiene sentido otra vez.
Hoy no puedo llenar las hojas que están en blanco sobre la mesa donde reposa parte de lo que soy en pequeñas fotografías que puedo ver.

Mañana volveré, lo intentaré de nuevo. Veremos si el viento me susurra el orden de estas letras para crear palabras con orden.
Mañana me despertaré de nuevo y volveré a estas letras que como un puzle debo ordenar y ver que deseaba decir.
Mañana será otro día, mañana puede que a la primera consiga crear la obra maestra que no dejo de buscar.
Mañana, como hoy saldré de ese calor que me arropa en la noche en busca de las palabras que hoy no encontré.

Por un instante breve sentí que perdí las ganas de decir nada, de expresar las cosas que siento pero que no pienso.
A veces y solo a veces lo que escribes no es algo con lo que comulgas o en lo que crees pero así todo debe salir.
Hacia el viento para que alguien lo pueda sentir, lo haga propio y sepa que hay gente que siente parte de lo que hay allí.
Si mis letras muchas veces, en su mayoría no hablan de mi. Hablan más de ti que de lo que quieres suponer o admitir.

Hoy, mañana y cada día necesito de ese empujón para poderlo decir, para que sientas lo que hay en mi.
Pero intento que no descubras quien soy o que dogmas abrazó en realidad porque no me gusta que nadie pueda ver lo que soy.
Si soy capaz de volver loco a un loquero pues a quien no lo haré. Aquí en estas letras el psicoanálisis no suele funcionar.
Mira que lo intentaron tiempo atrás pero resulta que entre estas letras deberas leer con intensidad.

Hoy, mañana e incluso ayer.


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