martes, 9 de febrero de 2016

Se la llevó la vida



Ella nunca vivió que la llegaran a amar.
Fue una niña que no quiseron cuidar.
Padres ausentes, triste verdad.

Ella aprendió en esas calles que hacen temblar.
De personas a las que nunca les llego a importar.
Empezó de una forma muy normal.

Fue una triste realidad, un trago para empezar.
Primeras borracheras para poderse aprovechar.
Se convirtió en un trozo de carne con el que mercadea
r.

Ella no lo vio venir, solo buscaba sentirse querida en verdad.
El abismo la llamó y ella lo llegó a aceptar.
El primer chute fue el que la hizo saltar.

Empezó la debacle, de esa que es imposible escapar.
Venderse por unas dosis para poder volar.
Ella, en manos de esos desaprensivos que te quieren matar.


Era una chica especial que nunca vio esa especialidad.
Nadie la llegó jamás a adornar la triste realidad.
Se perdió en dolores que no llegó a soportar.

Aquella mariposa que aplasto un mundo brutal.
Vendida por cuatro cuartos a seres que odiar.
El tiempo llegó a pasar, esa belleza se fue tiempo atrás.


Esa belleza se fue en cada borrachera y droga que llegó a tomar.
Con sus veintisiete años parecía una vieja en realidad.
Su rostro te decía el dolor que jamás llegó a olvidar.

Fue una tarde de otoño, no era una especial.
La encontraron en un lugar apartado de la sociedad.
Donde los yonquis se acercaban para poderse chutar.


Allí, fría y dura. La muerte la llamó y se la llevo lejos de este lugar.
Este mundo que no la comprendió jamás.
No la mato la casualidad, fue una droga en mal estado y un dolor animal.

En su último suspiro supo que viajaba a un mundo mejor.
Se dejó ir, se marcho sin gritar y por la puerta de atrás.
Una vida rota que nadie supo curar.


Ella, esa preciosa chica que no puedo caminar.
Que no aprendió lo que era amar.
Que no vivió una vida por aparentar.

Ella, era especial. No era vulgar pero se dejó llevar.
Se fue de este mundo sin nada bueno que poderse llevar.
Cruel sociedad, cruel la vida en realidad.


Ella, siempre la recordaré como una chica genial.
Su mirada reflejaba ese dolor, sus actos esa maldición.
Autodestrucción que nadie pudo frenar.

Ella me enseño que hay caminos mejores que tomar.
Que los mios debían de ser nobles y no dejarlos atrás.
Que la vida es para vivirla con intensidad.


Ella, me dijo que la vida es corta, no la dejes escapar.
Que las  malas decisiones se llegan a pagar.
Que merece la pena luchar por se mejor y volar.

Se la llevó la vida, es una triste realidad.
Se la llevó la vida que es brutal.
Se la llevó la vida sin llegar a rechistar.


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