sábado, 20 de febrero de 2016

Carta desde el purgatorio



De cómo llegue aquí no puedo hablar, ¿Cómo un alma se queda en este lugar eternamente sin poder escapar?, la pregunta tiene mucha miga pero es imposible de desgranarla con seguridad.

Mi voz no deja de temblar cuando intento hablar, ¿Fue fruto de la casualidad?, ¿Mis pecados me dejaron colgado en este feo lugar?. Como constestar si aunque veo muchas almas no me puedo comunicar.



Tal vez esa es la forma de purgar, de que esos pecados se lleguen a perdonar. Ver pasear otras almas y no poder expresar lo que sientes de ninguna manera en particular.

Llegue aquí hace mucho tiempo atrás, dicen que este es el limbo de aquellos que no saben que fallecieron o no lo quieren asimilar. Pero esta no es mi verdad, yo llegue aquí para poderme reencontrar con un alma en especial.

Aquella que se convirtió en la que caminaba conmigo por el mundo, ese alma que completó la mía antes de dejar esta vida y partir hacia la eternidad. Despues de muchas vivencias sin ella comprendí que la única manera de volverla a tener era completar todos los actos que ella llegó a realizar.

Tenia la vana esperanza de que fueramos al mismo lugar y la verdad es que así es, aquí está.

La puedo ver pero no hay manera de llegarnos a hablar. Entendí que esto era el purgatorio pero por momentos me parece que es un infierno al que me obligaron a entrar.

¿Ella es real?, ¿Vivo en mi infierno particular?. Ya no se si esto es verdad o el sueño de una mente que murió de forma temprana y no se quiso enterar. 

¿Qué es real?, ¿Soy un espíritu o simplemente la materialización de un sueño peculiar?.

Aquí hay un bosque espeso y oscuro como el que más. Hay una guerra a mi alrededor, las almas se golpean y buscan una manera de escapar. Pero yo me quedo donde mi amada deba estar.

Da igual si es por la eternidad o por un segundo más. Seguiré ese camino, el que no nos deba separar.

Ahora purgaré esos pecados, mortales muchos de ellos por necesidad. Me volví un demonio para los demás pero mi objetivo era llegar a este lugar, nada de lo que hice fue casual.

Ahora me pregunto cuanto tiempo tendré que estar antes de que podamos avanzar.

¿Podremos volver a empezar?, ¿Volvernos a encontrar?. Puede darse la circunstancia de que por nuestros pecados jamás nos volvamos a ver en una nueva vida que podamos comenzar.

Incluso puede que lleguemos a ese cielo deseado y allí ya no nos podamos ver en ningún momento más. Bueno al menos gane un tiempo más para ver esos bellos ojos que me robaron este alma que no deja de llorar. 

Me dejaría quemar en el infierno solo por un segundo su voz llegar a escuchar.

Pero creo que no puedo pedir más, me sentaré sobre ese montón de hojas y me quedaré en silencio observando esa belleza singular.

Ella que me atrapó y jamás me pude soltar, cuando se fue de la vida esta dejó de tener un significado especial.

Algún idiota lo llamara dependencia, yo lo llamo amar. Amar de verdad, llevarlo hasta cotas antes no vista por los demás.

Por supuesto hay mucha gente que jamás lo entenderá porque dejo de saber lo que es entregarse de verdad.

Ella me juro que esperaría por mi allí donde el final la debiera llevar y aquí esta mirandome fijamente sin pestañear.

Sabe que mi mundo es ella nada más y yo se que me entregó su corazón para no pedirlo de vuelta nunca jamás. 

En los tiempos que corren encontrar esto es casi un imposible, por eso no lo dejaré escapar.

¿Dejasteis de creer que a veces encuentras un alma que no puedes abandonar?, a veces y solo a veces sucede de verdad que dos personas se aman tanto que trasciende lo material.

Puede que te de pena esta situación pero más pena me da ver gente que camina sin nada que amar, que se junta a otros solo por necesidad y que cuando alguien les ofrece un amor de verdad les entra un miedo aterrador y se quedan en un purgatorio en vida. 

Eso es peor que entregarse y al final ir al mismo lugar aunque sea para sufrir juntos en la eternidad.

Si algún día te toca llegar a este lugar recuerda que estoy sentado bajo el árbol de hojas amarillas, ella nunca caerán, perduraran como nosotros en la eternidad.


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