domingo, 10 de enero de 2016

Ya no se si voy o vengo



Cojo el aire del campo donde puedo ser libre de verdad, no dejo de caminar por aquellos valles de los que no puedo escapar. Me volví un indigena más en ese lugar.

Inhalando un poco de verdad en estos poros que no cerré en realidad. Nunca pertenecí a nadie porque soy ese ser rebelde que no deja de defender las cosas en las que lleguó a creer y no puede dejar pasar.

Caminando por la ciudad donde el estrés forma una parte importante de mi, se mete en el interior y la única manera de sacarlo será en esos brazos a los que acudir al final de un día infernal.

No olvidé dejar este alma reposar, busco los momentos en que mi mente deje de pensar. Los quiero de verdad, es más bien una necesidad.



Ya no se si voy o vengo en verdad.
Ya ni se que soy en verdad.
Solo se que me agarro a lo que aprendí tiempo atrás.


Tengo muchas cosas claras ahora que es necesario este cambio que llegó para revolucionar. La primera es lo que mi corazón no puede alejar, siempre fue así para mi, esta forma de desear y amar.

Paso a paso por los lugares nuevos que no me dejan de impresionar, camino por el bosque o por la ciudad. Busco esa gente con la que hablar y que quieran perder un poco de tiempo en dialogar.

Volveré a luchar, volveré de nuevo a expresar un arte que no me deja de atormentar. Lo puedo hacer en mis letras o en unas imágenes que puedo llegar a formar. Oculto tras mi bolígrafo o mi cámara especial.

Ya no se si voy o vengo, no lo se de verdad.
Solo puedo decirte que la experiencia no me debe faltar.
En ella me agarraré al verte pasar.


Admiro mucha gente que pasa por mi lado cuando no puedo dejar de correr hacia algo especial. No dejo de ver esa fortaleza de la quiero hacer gala para poder impresionar.

Tranquilos porque este hombre fuerte jamás se abandonó por completo ni llegó a quemarse en el daño que le pudieron ocasionar.

Siempre busco lo bello en un infierno por el que pasear y te aseguro que siempre lo llego a encontrar. No es parte de mi el caer en una depresión que puede aterrorizar.

Ya no se si voy o vengo.
Lo que si se es hacia donde caminar.
Las cosas que deseo atrapar, sueños imposible a realizar.


Vuelvo aquí, salgo hacia las cosas que no me dejan descansar y por el camino llevo unos cascos donde escuchar la música que me hace más ameno el pasear.

Me aferro a mis valores, como un defecto más. No los quiero dejar escapar. Jamás ocultes a los demás, esos valores dejaran de apretar al asumirles sin cesar.

Cuando me analizó una vez más, cuando busco aquellas cosas que nadie logro arrebatarme nunca jamás. Mi mente es lineal, solo busca lo real y no perderse en un camino difícil de llevar.

Ya no se si voy o vengo, igual llegué ya.
Ahora creo que veo mucha verdad.
De cómo no debo dejar de caminar.


Por esos bosques encantados donde el viento se convierte en un susurro que no me deja descansar. En esas palabras encuentro más de mi de lo que nadie me podrá mostrar.

En esa libertad que incluso asfixia al ver lo pequeño que somos en realidad. Me sentí así en muchos momentos por los que pasé tiempo atrás.

Aquellos momentos que dejé bien enterrados en ese bosque por el que caminar. Allí les olvidé porque eran momentos para olvidar.

Ya no se si voy o vengo.
Solo se que en esos ojos me pierdo de verdad.
Y vuelvo atrás a recordar como se ama en realidad.


Cogiendo impulso para comenzar a correr y recorrer esos senderos que me lleven a un lugar especial. Primero aprendo que esta soledad es para mi algo normal.

Si siempre lo fue en verdad, si este estado es uno del que no salí jamás. Este estado en el que me gusta estar y lo creas o no me cuesta dejarle atrás.

Pero a veces el corazón no deja de galopar golpeando el pecho para que lo puedas observar. Suele suceder y por primera vez ni lo vi llegar.

Ya no se si voy o vengo.
Sé donde quiero acabar.
Así que prepara tu mente ya.

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