martes, 24 de noviembre de 2015

Melancolía


Escuche aquellas notas que del piano surgían y no podía dejar de llorar. ¿Aún quedan lagrimas en este ser?, ¿Puedes llegar a comprender?.

Comenzó a nevar y con cada copo el recuerdo del pasado me lleno de ganas de volver atrás, volver a donde fui feliz tiempo atrás.

Ahora con la clave de sol me dice que eso no es lo que pude desear, aquellos tiempos ya quedaron atrás.

No soy el mismo, eso es la realidad. Yo no me perdí simplemente avance hacia una nueva realidad.

No hay letra en esa música que puedo escuchar, la pongo yo dentro de mi porque es lo que no puedo remediar.

Melancolía, el cáncer de una vida que ya quedó atrás. Es imposible la vuelta atrás.

Melancolía de lo que pude tener y que no se si fue algo real.



¿Fue un sueño que era demasiado real?.

Ya me lo dejé de preguntar y miro hacia adelante cuando la canción estás por terminar.

¿Que me podré encontrar?.

Me conformo con encontrarme a mi donde tenga que llegar, encontrar de nuevo esa forma que tengo de ser y que no quise perder cuando el dolor llegó y casi acaba con lo poco que pude salvar.

Melancolía que no ayuda a saltar esta nueva realidad.

Se perdió el deseo y eso nunca lo pude soportar, pero en mi nació un deseo más.

Empezar una vida lejos de donde no siento que me lleguen a amar.

Ahora escribo letras nuevas que me hacen soñar, imaginar un mundo en el que quepa alguien como yo.

No será un mundo ideal pero será el que yo decida construir y al que amar.

Melancolía que va quedando atrás, yo pude fallar pero la verdad es que sé que nunca deje de expresar lo que llegaba a amar.

Nunca faltan mis brazos y mis palabras que intentan hacer el bien y nunca el mal.

Al menos ese debate me ayuda a ver lo que está por llegar.

Quiero dejar de esconder la realidad, deseo poderme expresar y que nadie entienda en mis letras cosas que no quiero decir.

En este mundo hay demasiada soledad.

Melancolía que alejo porque no sé se era un amor real, se murió en brazos de la vida que me tocó llevar pues no era tan fuerte como ese amor que yo llegue a soñar.

La culpa no fue de nadie, fue lo que debía pasar.

Me tocó seguir buscando ese amor que me encanta idealizar y si no le llego a encontrar pues me tendré que consolar en aquellas notas del piano que me acompañan en este caminar.

Hay mucha gente que no nace para amar de verdad, es una triste realidad porque el miedo o los caminos que deciden tomar son los que expresan lo que no pueden aparentar.

De verdad, hay demasiada soledad.

De verdad la melancolía hay que dejarla atrás.

Coger ese nuevo camino que la vida te obliga a tomar y andarlo con la sonrisa que no puedes dejar atrás.

Ahora es cuando se que me queda mucho por encontrar y mientras yo no me falle a mismo lo que esté por llegar será una fantástica realidad.

!Melancolía vete ya¡. Aléjate y deja que las notas de ese piano me hagan soñar.

Porque solo quiero poseer los sueños que no quiero dejar atrás.

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