viernes, 1 de abril de 2016

Esa pastilla me sentó mal



Empezó como un viaje, una forma de flotar, algo irreal. Me llamaba pero no podía llegarlo a atrapar.

Seres flotando, colores que surcaban la irrealidad. Anestesiado, drogado flotando sin cesar.

Colores, los puedo casi tocar, esa pastilla puede que me sentara del todo mal.

En la noche, en la oscuridad. Admirando dragones que intentan encender mi cuerpo.

Sentado en un ventilador, no dejo de dar vueltas y esa pastilla me pudo sentar mal.

Sombras, ellas se mueven entre la tenue luz que dejé encendida para encontrar el camino de vuelta.

Me miran desde los rincones de esa habitación, se hace más pequeña y me llega a ahogar.

Creo que es verdad, esa pastilla que me vendieron me sentó fatal.

Hadas que vuelan a mi alrededor y las intento atrapar.

Un viaje singular que es en la noche, de otra manera no podía ser.

Seres diminutos que surcan mi irrealidad, un sueño despierto del que no puedo escapar.

Asfixiado, luchando contra los demonios que me vigilan entre el sueño y el despertar.

Me convertí en un ser valiente pero que no deja de temblar.

Creo que de verdad esa pastilla me sentó fatal.

¿Qué elemento es el que ataca a mi mente? ¿Qué la hace tener alucinaciones de las que no puedo escapar?
Aquella pastilla que me tomé antes de llegar a casa.

Dentro de las alucinaciones aprendí a perdurar, a luchar contra seres extraños de verdad.

Fue al final, cuando volví a mi claridad. Cuando salí de esa alucinación sin fin me di cuenta que era una representación de mi caminar.

Sigo entre seres extraños a los que mirar, aprenderé a dejar de sufrir por los demás. Esos caminos son los que deben llevar los demás.

¿Me sento la pastilla mal?

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