domingo, 7 de febrero de 2016

Partes de mi



Me sacaré lo ojos para no ver.
No quiero perder de nuevo mi fe.
En lo divino ya no puedo creer.
A lo humano me quiero aferrar.


Dejaré mis ojos donde no puedan ver.
Como se deja de creer.
En amores que vivir.
En bellezas que sentir.

Si ves mis ojos no los olvides mirar.
Ellos te hablaran.
Más de mi de lo quieras imaginar.
De mis desilusiones en realidad.

Me Pegaré los oídos para no escuchar.
Absurdas patrañas al caminar.
Algunas que me quieren embelesar.
Otras que me quieren atrapar.


Dejaré de escuchar.
De oír las mierdas que debo dejar atrás.
Me quedaré con lo que soy.
Lo que quiero materializar.

Si ves mis oídos, susurrales algo especial.
Que me haga volverme a ilusionar.
Sálvame de al cruda realidad.
De el problema que no puedo olvidar.

Me cortaré las manos.
Porque no te puedo tocar.
En cada mañana al despertar.
Ese es mi paraíso terrenal.


Dejaré de tocar nada más.
Las conservaré por la última vez que te puede tocar.
En un cajón donde nadie las pueda robar.
Si solo te quieren tocar.

Si ves mis manos rozalas.
Veras como reaccionan.
Ante tu piel nada más.
Ellas te amaran.

Desmembraré mis pies.
Para no llegarme a alejar.
Si mi mente lo pide en cada anochecer.
Para llegarme a sanar.


Pero no quiero huir, aquí me quiero quedar.
Mi corazón no me deja escapar.
Mi alma llora en esta eternidad.
Sin ti, sin mi desde tiempo atrás.

Si ves mis pies no los dejes escapar.
Sigue mis huellas para poderme encontrar.
Allí te espero un instante nada más.
Porque no deje de amar.

Me sacaré el corazón.
Lo dejaré en la almohada donde descansará.
Junto a ti mientras no quieras despertar.
Al calor de ese cuerpo especial.


Cuídalo que no es vulgar.
Tiene un latido especial.
Nació donde no se puede tocar.
No lo puedes racionalizar.

Si ves mi corazón dale un momento especial.
Que nunca llegue a olvidar.
Ese amor que quieres ocultar.
Pero que el sabe que está.

Me convertiré en partes pequeñas.
Para que escojas las que quieras conservar.
Diseccionaré a este tío especial.
Diferente a lo que pudiste observar.

¿Ves que aún no dejé de amar?
Que sigo persiguiendo ese futuro que no quise dejar escapar.
Que no dejo de soñar con la musa que mis sueños llegó a robar.
Se quedo con mis ojos, oídos, manos y este corazón que no puedo recuperar.

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