lunes, 12 de octubre de 2015

Desde el infierno



No se como pero acabe aquí, ardiendo por la eternidad.

Dudo de lo que salió mal. Algo debió de pasar para entrar en este lugar.
Me pregunté como fue cuando mi corazón acababa de prender.

Con letra sagrada todo se reflejó mal, fe que te hace creer lo que no puedes mirar. 
El infierno no es un lugar, no es un sitio por el que puedas pasear.



El infierno nace dentro de todo ser y se aferra al alma como un tumor más. 
Ese cáncer que no para de molestar, disparando con los peores momentos que puedo recordar.
Aquello que no logré olvidar.

Sufro cada escena en un flash, sentimientos y padecimientos dentro de un bucle que me hace rememorar.
Proyectado desde ese cajón que olvide cerrar.

No dejo de arrepentirme de las cosas que dejé, aprendí de todas pero las intentaría cambiar.
Remediar todo mal con que pude golpear.


Vuelvo de nuevo a mi realidad, este lugar para arder. Se quemó gran parte de mi piel.


Sofocando esta llama que me consumirá muestro esta sonrisa para impresionar.

Bajé a este lugar en busca de algo que amar, persiguiendo aquello que idealice y quedé en el olvido al pasear.

Lloro de nuevo la ausencia de mis sentidos, no los puedo encontrar. Creo que los debo dejar de buscar.

Descendí en busca de esa sonrisa y ella me atrapo en este lugar, me agarro salvajemente y dejó una marca que no podré arrancar.
Dejó una cicatriz que me impide escapar.

Me quedé por unos besos que me hicieron olvidar lo que es luchar, me perdí de nuevo aquí y no se por donde se puede evacuar.

Quedé atrapado del sentimiento menos racional, las llamas prendieron cuando empecé a amar y ahora no las puedo sofocar.

Ardiendo por la eternidad intento iluminar un camino para poder salvar algo que contar.

Mientras paseo entre las cenizas que dejaron los demás, aquellos que se atrevieron a amar.


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